Mientras el narcotráfico y el crimen organizado secuestren la soberanía, no hay elecciones libres

El Consejo Nacional Electoral (CNE), ilegitimado y corrupto, ha convocado unas farsas electorales para el próximo 27 de abril de 2025. Advertimos al país y a la comunidad internacional: quienes participen en estas falsas elecciones son cómplices del régimen y parte del problema. Su colaboración activa o pasiva tendrá consecuencias, y deberán rendir cuentas.

En Venezuela, desde hace mucho tiempo, se ha instaurado una tiranía narco-criminal que opera como una dictadura de partido único, con el propósito de consolidar su control absoluto sobre la nación. Este régimen, ilegítimo y represivo, ha violado sistemáticamente los derechos humanos, desestabilizado la región y financiado el crimen organizado a escala internacional. El problema de Venezuela no es simplemente político, es estructural: se trata de un estado capturado por el narcotráfico y la corrupción.

El 28 de julio de 2024, este mismo CNE robó descaradamente la voluntad del pueblo venezolano, ignorando el triunfo legítimo de Edmundo González Urrutia. Se atrevieron a proclamar resultados falsos y nunca publicaron las cifras oficiales. Sin embargo, el pueblo, en su firmeza y organización, recopiló las actas y totalizó el resultado real, que demuestra de manera irrefutable el fraude.

Hoy, la lucha no es por espacios, cargos o elecciones controladas. La lucha es por implosionar al chavismo y erradicar al crimen organizado que lo sostiene. Venezuela, bajo el peso del narcotráfico y la corrupción, no tiene la capacidad policial ni militar para enfrentar este problema por sí sola. Es hora de que las naciones afectadas por este régimen entiendan que deben actuar con firmeza y determinación.

El chavismo no será derrotado con votos en un sistema amañado, sino con acciones contundentes y organizadas. Cuando logremos abatir este régimen criminal, restauraremos el Estado de Derecho y trabajaremos por unas elecciones verdaderamente libres y transparentes.

En esa Venezuela del futuro, el chavismo, sus partidos, los cómplices de este régimen, y los falsos opositores colaboracionistas serán ilegalizados e inhabilitados. Nunca más podrán ser parte de la vida política de nuestra nación.

La libertad y la democracia en Venezuela solo serán posibles con el fin del régimen y la construcción de una nueva República basada en justicia, verdad y firmeza. No hay tregua con la tiranía.

Por un país de ciudadanos libres.